Radiofrecuencia bipolar

En el artículo anterior comentamos en qué consiste la radiofrecuencia monopolar, y hemos querido continuar con una serie de artículos que expliquen lo que es y cómo funciona el resto de métodos de radiofrecuencia que podemos encontrar hoy en día. Esta vez le toca el turno a la radiofrecuencia bipolar y sus aplicaciones.
Qué es la radiofrecuencia bipolar
Es un tipo de tratamiento no invasivo que ayuda a reducir las arrugas y a tonificar en profundidad los tejidos corporales. Por ello es una de las técnicas preferidas a la hora de realizar un lifting sin cirugia.
El tratamiento con la radiofrecuencia de tipo bipolar consiste en aplicar esta técnica a través de dos electrodos situados a una distancia concreta, sin retorno. Este sistema es menos penetrante que la radiofrecuencia monopolar y por tanto menos intensa, aunque también es eficaz en determinados casos.
Beneficios de la radiofrecuencia bipolar
Con una aplicación local, esta radiofrecuencia tensa la piel a nivel medio y externo, además de tonificar. Las arrugas superficiales se eliminan por completo, mientras que las más profundas se reducen de un modo muy notable.
La piel tiene un aspecto más compacto y consistente tras varias sesiones con equipos de radiofrecuencia bipolar facial, en especial en zonas consideradas como críticas del cuello y la cara. También es eficaz en el resto del cuerpo.
Cuándo es aconsejable la radiofrecuencia bipolar
La radiofrecuencia bipolar se recomienda para tratar casos de arrugas en el rostro. Hay cirujanos que incluso aconsejan a sus pacientes de cara a prepararse para una intervención de cirugía estética que antes se sometan a algunas sesiones de radiofrecuencia para mejorar los resultados y conseguir que estos duren más tiempo.
Cuando se tiene poco definido el contorno del rostro, hay muchos pliegues o patas de gallo, flacidez en la piel muy evidente o labios caídos, la radiofrecuencia permite recuperar el aspecto juvenil sin necesidad de intervenir con una operación.
Ventajas
La ventaja más importante de esta técnica, al igual que ocurre con el resto de tipos de radiofrecuencia facial, es que al no tener que pasar por quirófano no es necesario un post-operatorio, de modo que la recuperación es mucho más rápida.
También tiene ventajas en cuanto al precio. Los precios de radiofrecuencia facial son muy inferiores a los de una operación de cirugía estética, ya que ni siquiera es necesario el uso de anestesia.
Es tan sencillo de utilizar este método, que existen aparatos de radiofrecuencia para casa con los que tratarse sin pasar por un centro de estética de ninguna clase.
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